Cuando vi la receta del blog Pan, amor y fantasía para el evento CSC#9 con el tema «En un lejano lugar…» me entró un antojo increíble de hacer estas galletas de avena australianas (o también conocidas como ANZAC biscuits). Como andamos con la despensa de liquidación, no tenía casi ningún ingrediente, así que aparte de tener que salir a comprar copos de avena, hice algunas adaptaciones y me apañé con lo que me quedaba por casa. Y es que estamos oficialmente de mudanza, esta vez no virtual sino física… seguiremos en Zaragoza pero nos cambiamos de barrio. Aunque me quedan todavía guardadas algunas recetas antiguas por publicar, esta es literalmente la última que hago desde mi «vieja» cocina que, a pesar de pequeñita y estrecha, ha sido testigo de aventuras y desventuras culinarias desde los comienzos del blog.
Pues con estas riquísimas galletas, que enganchan que no veas y que harán las delicias de este Vegan Baking Day, me despido de momento porque no sé cuánto nos va a liar la mudanza y cuándo podré tener internet de nuevo… La próxima vez que escriba lo haré desde mi nueva cocina, que esperemos nos siga trayendo muchas más recetas y buenos momentos para compartirlas.
100 gramos copos de avena
100 gramos harina de avena
4 cucharadas coco rallado
4 cucharadas aceite de oliva virgen extra
4 cucharadas sirope de agave
1 cucharada agua
1 cucharadita bicarbonato sódico
En un bol, juntar los copos de avena, la harina (yo molí los copos de avena para improvisar, aunque se puede usar otra harina), el coco rallado y el bicarbonato. Añadir aceite, sirope y agua, y mezclar bien. Coger porciones de masa con una cuchara, formar galletas de un centímetro de grosor (no asustarse si no quedan muy compactas; yo empleé un corta-pasas para ayudar a darles forma, rellenándolo con la masa) y ponerlas sobre una lámina de silicona o de papel vegetal sobre la bandeja del horno. Hornear 12 minutos en el horno precalentado a 190º C, hasta que queden doradas y crujientes. Dejar enfriar.
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Cocina de Nihacc 
¡qué fácil!…manos a la obra. Gracias, esperaré tu regreso (seguro que será triunfal). Buena mudanza.
¡Muchas gracias, Cati! La mudanza fue bastante bien. Espero que te hayan gustado las galletas; en casa se han convertido rápidamente en un clásico, ya las he hecho unas cuantas veces 🙂
Ahiváaaa!!! Todo lo que sea de avena me chifla, y si es horneado, más. Serán hechas y las llamaremos galletas Nihacc.
Que disfrutéis mucho de la experiencia, las mudanzas nos remueven por dentro y por fuera. Y después todo es novedad, las tiendas, los vecinos, el interruptor de la luz o la baldosa levantada de la acera que a la semana ya habrás aprendido a evitar. Si algún día hago mi mudanza nº 14, probablemente sea a Zaragoza.
Un besazo y mis mejores deseos para el estreno y para después.
¡Qué bonito, Nina, mil gracias! Esta es ya mi tercera mudanza (ya veo que tú me llevas mucha ventaja, 13, ¡madre mía!), y sí que es verdad que te ayuda a replantearte tanto las cosas materiales (¡de qué cantidad de trastos nos hemos desecho!) como por dentro como tú dices. Ahora nos vamos haciendo poco a poco al barrio y estamos la mar de a gusto en la casa nueva (después de aprender dónde están los interruptores y de cogerle el tranquillo al horno). Pues nada, si te vienes a Zaragoza será un placer tenerte por aquí 🙂
Que disfrutes las galletas. ¡Un beso!
Estas pequeñinas tienen una pinta increíble, sin duda las tengo que probar!
Muchas gracias por esta receta y todas las otras que vas colgando, te he puesto en seguimiento para inspirarme en momentos de ofuscación culinaria… 😉
Por cierto, te he comentado una preferencia de lectura en la respuesta a tu comentario en este post http://wp.me/p1NiAV-24 🙂
A pleausure!
Nina
xx
¡Gracias, Nina! Lo tendré en cuenta. Me alegra que te gusten las recetas 🙂 ¡Besos!
¡HOLA!porque puedo sustituir las 4 cucharadas de sirope de agave?voy a intentar hacerlas pero es algo que tendria que comprar expresamente,te han quedado divinas.Gracias.
¡Hola, laura! Puedes sustituirlo por cualquier otro endulzante líquido (melaza, panela derretida…), o por azúcar (en este caso tendrías que añadir un poquito más de agua para compensar el ingrediente seco, pero no mucho, como un par de cucharadas o así, según como veas de manejable la textura de la masa). Gracias a ti, ¡un saludo! 🙂
Hola!! me encanto esta receta. Tengo una consulta eso si… ¿se podrá reemplazar el aceite de oliva por aceite de coco? Saludos!!
¡Hola, Silvana! No he probado a hacerlas con aceite de coco, aunque supongo que también quedarán bien. ¡Un saludo!
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