
Una receta cosmética casera muy fácil de hacer y que resulta tan práctica es el enjuague bucal. Cogí la idea al ver el enjuague bucal casero del blog Vivir sin plástico. Es, básicamente, una infusión de tomillo con bicarbonato a la que se pueden añadir algunos extras según el gusto o la necesidad de cada cual.
Resulta que el tomillo (principio activo: timol) es antiséptico y antiinflamatorio, así que por eso es el protagonista del enjuague. Además, el bicarbonato ayuda a neutralizar las bacterias que provocan placa dental y mal aliento. Y los aceites esenciales son antibacterianos: la menta (p. a.: mentol) ayuda a producir saliva, la salvia (p. a.: cineol) es blanqueante y cuida las encías… (yo, como no tenía por casa, añadí unas hojitas frescas de mis plantas, además de una gota de árbol del té que también es antiséptico).
1 cucharadita de tomillo
1 vaso agua
1 ramita menta y/o salvia
1 cucharadita bicarbonato
1 gota aceite de árbol del té
Llevar a ebullición el agua; retirar del fuego, añadir el tomillo (y menta o salvia si se utiliza), tapar y dejar infusionar durante 5 minutos. Colar la infusión, añadir el bicarbonato y remover para que se disuelva. Dejar enfriar y, una vez frío, añadir el aceite esencial deseado. Guardar en recipiente de cristal cerrado, y conservar en el frigorífico (sacar un rato antes de usar para que se temple).
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Hola!
Gracias por la receta.
Cuanto tiempo se conserva en el frigorífico?
Gracias
¡Hola, Bego! Disculpa la tardanza. Aproximadamente una semana; de todas formas, es para ir usando sobre la marcha, así que lo gastas antes de que se ponga malo si lo usas cada día. Un placer, guapa. ¡Un abrazo!