Rollitos de canela

Un amigo que estuvo en Suecia me habló de los típicos dulces suecos llamados kanel bulla; básicamente consisten en una especie de bollitos enrollados de canela con azúcar y margarina. Esta receta es una versión totalmente libre, ya que mi intención era hacerla sin azúcar y sin tanta grasa (además de sin gluten), así que aunque no se puede decir que son los auténticos sí que me he inspirado en esa idea básica de rollito dulce con canela. Después del malai kofta, no podía faltar una propuesta golosa para el evento CSC#5 con aroma a canela.

4 cucharadas harina de trigo sarraceno
1 cucharadita levadura en polvo
1 cucharada aceite de oliva virgen extra
1 vaso agua templada
8 dátiles
1/4 vaso agua
1 cucharada canela molida

Deshuesar los dátiles y ponerlos a remojo con agua. Mientras tanto, mezclar en un bol la harina y la levadura; añadir el aceite y el vaso de agua, y volver a mezclar hasta conseguir una masa líquida aunque espesa y sin grumos. Verter la masa sobre una lámina de silicona extendida en la bandeja del horno, y hornear a 180º C hasta que se dore la superficie. Dejar enfriar un poco la lámina de masa para poder manejarla sin quemarse, y despegarla con cuidado.
Escurrir los dátiles, y batirlos junto con un poco de agua (1/4 vaso aproximadamente, justo para batirlos pero sin que el resultado sea líquido) y la canela molida. Colocar la lámina de masa con la superficie dorada hacia abajo, untar la crema de dátil con canela, y enrollarla sobre sí misma a partir del lateral más largo. Poner el rollo en la bandeja del horno con el sello hacia abajo y hornear otros 5 minutos. Dejar enfriar y cortar en trozos de unos 3 centímetros de grosor con un cuchillo de sierra.